Todos los días desde el 12 de febrero de este año, miles y miles de personas de la ciudad de Santiago han tenido que levantarse una o dos horas antes para preparar su viaje, ya sea para salir a trabajar, estudiar o simplemente hacer algún trámite o salida a un lugar que desea ir.
Luís es un hombre de 42 años que vive en la comuna de Conchalí y trabaja toda la semana para poder mantener a su familia, que esta compuesta por su esposa y sus dos hijos pequeños. Todas las mañanas de su vida se levanta a las cinco y media de la madrugada para llegar a su trabajo que queda en la comuna de Las Condes. Luís es maestro en una obra de construcción, y su labor en la obra, es demasiado agotadora. Mañana a mañana, como una mala costumbre no olvida o no puede olvidar el levantarse una hora antes de lo que se levantaba con el antiguo medio de transporte “las micros amarillas”.
Su rutina diaria consiste primeramente en apagar el despertador que se activa a las cinco de la mañana, luego él con mucho esfuerzo se levanta para darse una ducha caliente, y vestirse. Toma su comida del día (su desayuno y su almuerzo), y se prepara para salir a esperar la micro que lo llevara a su trabajo en el sector alto de Santiago. Luego de esperar por una de las dos micros (201,202) que se demoran en pasar y a veces no paran porque van llenas lo dejan en el metro Cal y Canto, lugar en que va muy apretado y que le cuesta mas subirse debido a su peso, luego tiene que hacer trasbordo en la estación los Héroes para seguir hasta su estación de destino Escuela Militar y así tomar unos de los buses alimentadores que lo dejen lo mas cerca posible de su trabajo.
Para después de tomar la micro, y hacer varios transbordos, consigue llegar justo a tiempo a su trabajo, son las ochos en punto y se saluda con sus compañeros. Llega la hora de salida que es entre las cinco y media y seis de la tarde y tiene que hacer todo de nuevo su recorrido pero esta vez la diferencia es que va muy cansado con todo el trabajo que realizó en el día y otra diferencia es que esta vez va ir cómodamente sentado por que en ese paradero que toma la micro de regreso a la casa, esta va desocupada.
-¿Cuáles son las consecuencias que a traído el Transantiago a su vida?
Mi vida a cambiado, en especial por no poder disfrutar suficiente tiempo con mi familia debido a que mis hijos se acuestan una hora después que yo llego al hogar. Y mi vida matrimonial también a sufrido las consecuencias de este nuevo sistema de transporte, porque no tenemos la misma intimidad que antes… pero no quiero profundizar en eso. Y también llego mucho mas cansado.
